El encuentro comenzó con un gran ritmo, con dos naciones de estupendas exhibiciones tratando de entrar al podio de este Mundial. Primero pegó Croacia con una jugada brillante: Lovro Majer cobró una falta que Ivan Perisic prolongó de cabeza dentro del área; «de palomita», apareció Josko Gvardiol para vencer a Bono apenas al minuto 7′. Sin embargo, Marruecos respondió de inmediato. Hakim Ziyech cobró una falta que el mismo Majer no pudo cortar, al contrario, terminó habilitando a Achraf Dari, quien metió un cabezazo incómodo, pero suficiente para empatar el partido al 9′, aprovechando la mala salida de Livakovic.
El conjunto africano tuvo control de juego y oportunidades para remontar el electrónico, pero no fueron contundentes. Eso terminó pesando porque cuando mejor jugaban, vino otro golpe balcánico. Marruecos no alejó el peligro de su área, el balón terminó en Marko Livaja y este habilitó a Mislav Orsic: el jugador del Dinamo Zagreb «picó» el balón con la parte interna del pie para ponerlo a segundo poste; Bono ni reaccionó al disparo que el croata se mandó justo antes del descanso. Un verdadero Golazo.
Dónde y cómo la puso Mislav Orsic. ?? pic.twitter.com/K1UBVGkDFS
— Golazoz (@golazoz_) December 17, 2022
Para la segunda mitad, Croacia manejó el partido con ese mediocampo de élite, tan organizado como tan difícil de superar. Algunas decisiones arbitrales fueron polémicas, pero nada fue escandaloso, ninguna pesó en el marcador. Livakovic sostuvo cuando fue requerido y En-Nesyri tuvo un cabezazo de último minuto que se fue apenas por arriba del arco. Al final el 2-1 fue inminente, terminando con la gran participación de Marruecos en Qatar 2022.
Después de ser Subcampeón en Rusia 2018, Croacia se queda con el tercer lugar de Qatar 2022. Lo que ha competido el país balcánico en los últimos años es impresionante, todo de la mano de su mítico 10, el Mago Croata, Luka Modric. Muchos proyectos deberían seguir los pasos croatas, ya que mantener la línea durante tanto tiempo es dificilísimo. Parece que termina una era para «Los Vatreni», pero ojalá la federación ya se encuentre trabajando en la próxima generación para seguir compitiendo así en los torneos de máxima exigencia. El siguiente gran reto: EURO 2024 en Alemania.

